El Reiki es una terapia energética de origen japonés que busca restablecer el equilibrio natural del cuerpo, la mente y el espíritu a través de la imposición de manos. La palabra "Reiki" proviene de dos términos japoneses: "Rei" (energía universal) y "Ki" (energía vital), lo que puede traducirse como “energía vital universal”.

Esta práctica fue desarrollada por Mikao Usui a principios del siglo XX, y desde entonces se ha difundido por todo el mundo como una técnica complementaria para mejorar la salud, reducir el estrés y promover la armonía interior.

¿Cómo funciona el Reiki?

Durante una sesión de Reiki, el practicante canaliza energía a través de sus manos hacia el cuerpo del receptor. No se trata de masajes ni manipulaciones físicas; el contacto puede ser ligero o incluso sin tocar el cuerpo. La energía fluye hacia donde más se necesita, ayudando a liberar bloqueos, reducir tensiones y estimular la capacidad de autosanación del organismo.

Beneficios del Reiki

  • Disminuye el estrés y la ansiedad.

  • Mejora la calidad del sueño.

  • Promueve una sensación de paz y bienestar.

  • Refuerza el sistema inmunológico.

  • Acompaña procesos emocionales o físicos difíciles.

¿Quién puede recibir Reiki?

El Reiki es una práctica segura y no invasiva que puede ser recibida por personas de todas las edades, incluyendo niños, mujeres embarazadas, personas mayores y quienes se encuentran en procesos médicos. No reemplaza tratamientos médicos, pero puede ser una excelente herramienta complementaria.

¿Y si quiero aprender Reiki?

Cualquier persona puede aprender Reiki. No se requiere experiencia previa ni habilidades especiales, solo disposición y compromiso. La enseñanza se transmite de maestro a alumno a través de iniciaciones, y se estructura por niveles.


 

Conclusión:
El Reiki es más que una técnica; es un camino de crecimiento personal y conexión con la energía universal. En un mundo acelerado, dedicar un momento para reconectar contigo mismo puede marcar una gran diferencia. ¿Te animas a probarlo?